Universidad y Ciencias Sociales

Por: Patricia Ruiz Bravo y Alejandro Diez

Sólo desde hace pocos años se han empezado a desarrollar e implementar políticas de financiamiento local para la investigación. En el país, el Concytec viene auspiciando programas y proyectos en ciencia y tecnología. Sin embargo, las necesidades de investigación no se agotan en las ciencias y la innovación tecnológica. Con mucho retraso, hemos comenzado recién a discutir en el Perú la posibilidad de que el Estado financie la investigación en ciencias sociales. Esto último se hace en los países líderes en investigación a nivel mundial, cuyas agencias públicas de fomento científico promueven la investigación social y económica. También, por supuesto, en varios países de América Latina.

En el complejo mundo contemporáneo, la investigación en ciencias sociales es tan necesaria como la de otras ciencias. Sin ella, difícilmente se puede conocer, por ejemplo, el impacto de las políticas públicas sobre la disminución de la pobreza o el bienestar de la población, o la efectividad de los programas del Estado. Tampoco se podría llegar a prevenir y proyectar los programas y proyectos formulados para que no fracasen por desconocer el contexto social y cultural donde serán aplicados. Desde hace varias décadas, las ciencias sociales vienen aportando conocimiento valioso sobre dinámicas sociales, políticas, económicas y culturales que –cuando han sido usados– han contribuido a mejorar la calidad y la eficacia de las políticas públicas y los proyectos de desarrollo.

Existen, también, otras formas menos directas –pero no por ello menos importantes– de entender la utilidad de las ciencias sociales en la sociedad. Estas nos ayudan a mejorar nuestra comprensión sobre la realidad en la que vivimos, sobre la diversidad, las posibilidades y las contradicciones de nuestro país. Nos permiten, además, hacernos preguntas, a veces incómodas (pero no por ello menos urgentes), sobre quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Es por ello fundamental que el Concytec apoye tanto la investigación básica como la investigación aplicada en las ciencias sociales. El buen conocimiento básico posibilita el buen conocimiento aplicado. Siendo esto así, ¿cómo avanzar en el diseño de un mecanismo de apoyo a la investigación científica en las ciencias sociales?

Primero, la agenda de investigación no debe limitarse a la formulación o a la evaluación de políticas públicas específicas, sino que también debe posibilitar la investigación básica (conceptual, metodológica, empírica). Segundo, los recursos públicos deben invertirse para impulsar el desarrollo de carreras científicas, promoviendo investigación de alta calidad con estándares internacionales. Tercero, es importante consolidar una comunidad científica descentralizada, incentivando el trabajo articulado entre instituciones académicas a nivel nacional e internacional.

Y en todo ello resulta clave priorizar la formación de las nuevas generaciones de investigadores, que son fundamentales para la renovación de la universidad peruana. Chile nos brinda un buen ejemplo por seguir: los fondos de apoyo a la formación de investigadores se dirigen a programas de posgrado a tiempo completo, mientras que los fondos de investigación crean incentivos para la inserción de nuevas generaciones de investigadores en varias universidades alrededor del país.

Finalmente, deben establecerse mecanismos claros de rendición de cuentas, para asegurar que los escasos recursos públicos sean empleados de manera transparente y meritocrática en el apoyo a los investigadores. Desde hace mucho tiempo, el sistema universitario peruano carece de apoyos sustantivos para fortalecer sus capacidades de investigación, lo que resulta indispensable en el marco de la ley universitaria. Será valioso nutrir el debate con las experiencias de las agencias de fomento científico que son líderes a nivel global, así como con los aportes de las universidades públicas y privadas peruanas. Medidas bien diseñadas y con legitimidad dentro de la comunidad científica pueden tener un impacto considerable en la mejora del sistema universitario nacional.

Fuente: Publicación en el Portal del diario El Comercio Ver Aquí